La salida de Jack Dorsey como CEO de Twitter, se venía venir. Cuestionamientos de algunos de los grupos inversores fueron claves. Se le reclamaba principalmente, estar más concentrado en su nuevo emprendimiento, Square, que en la Red Social, que lo tiene como uno de los cofundadores. Su renuncia, implicó la aparición pública de un muy bien reputado experto en Informática, que ya trabajaba en Twitter y contó siempre con la confianza de Dorsey, Parag Agrawal.
Hasta este momento Agrawal se venía desempeñando en el puesto de CTO (jefe de tecnología) desde el año 2017, habiendo entrado a trabajar en la Twitter en 2011 después de haber desempeñado labores como investigador en empresas como AT&T, Microsoft y Yahoo. Agrawal, de 37 años de edad, es doctor en Ciencias de la Computación por la universidad de Stanford y Licenciado en Ciencias de la Computación e Ingeniería por el Instituto Indio de Tecnología de Bombay.
Su labor como CTO en Twitter incluía el diseño de la estrategia en aprendizaje automático e inteligencia artificial. Uno de sus trabajos más reconocidos fue la reforma de la infraestructura interna llevada a cabo por Twitter en 2019 y desde hace tiempo trabajaba estrechamente con Dorsey, aunque siempre desde un perfil bajo, en consonancia con su perfil personal discreto y, según el propio Dorsey, «curioso, racional, creativo y modesto».
Algunas de las reformas en las que ha intervenido Agrawal han sido la modificación del timeline de Twitter o el aprendizaje automático en los anuncios para mostrar a los usuarios aquellos que tendrían relación con sus intereses, algo que permitió a la red social incrementar sus ingresos. Estos éxitos le permitieron acceder al restringido Twitter Architecture Group, que reúne a los mejores ingenieros de la empresa.
Ha desarrollado también, una importante labor en lo relacionado con la lucha contra las fake news y la desinformación, cuestión muy preocupante en Twitter y que ha desatado reiteradas polémicas, por la influencia negativa en la opinión pública, en temas políticos, sanitarios y económicos.
Su bajo perfil, concentrado en lo técnico, seguramente no podrá continuar. Una rede social como Twitter exige tomas de posición públicas constantes, en las que deberá ser protagonista. Respecto de su vida privada, lo más probable que siga como hasta ahora, reservada y discreta.
Por Observador Urbano —— 08/12/21
Fuente: www.trecebits.com – www.hipertextual.com
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