Los profesores José Gabelas y Carmen Marta-Lazos en su artículo, “Los influencers, oráculos del liderazgo, chamanes en las redes sociales”, se preguntan: “¿son los influencers la nueva burbuja del marketing digital?” (Cfr. Gabelas J. y Lazos-Marta C.; 2018; pp. 86). Asimismo, advierten que, a partir del informe “Influencer Marketing Benchmarks Re port”, los influencers por cada dólar invertido perciben alrededor de 11,69 dólares. En el año 2015, el retorno fue de 9,6 dólares por cada dólar invertido, y un año antes de 6,85. Por lo que se presenta como una actividad muy rentable y en alza, pero compleja en sus estrategias y en su perfil.
Esta rentabilidad ha sido captada y entendida por el marketing de influencia. Gabela y Marta- Lazos señalan que, de acuerdo al estudio de Defy Media Acumen Report, el 74% de los jóvenes entre 13 y 17 años busca y consume contenido de marcas en YouTube. Así también, que el 96% de jóvenes consume una media de 11 horas semanales de vídeo en YouTube en redes sociales. Dentro de este contexto, los influencers se convierten en gurúes, maestros de ventas, que posicionan marca-producto mediante un contenido que es entretenido y no molesta. Por ejemplo, indican los autores, la cadena Target fichó a tres adolescentes de Instagram para diseñar una parte de la colección para niños de la temporada de otoño. Formaron equipo con los creativos del marketing de la marca, mientras contaban en sus perfiles cómo estaban trabajando y lo fantástico de su experiencia. De este modo, las marcas llevan a cabo prácticas comerciales que con mayor frecuencia involucran las actividades de los influencers como estrategias de venta.
Por consiguiente, Youtubers, instagramers, blogueros, son activistas de las redes, talentosos que explotan las conexiones para potenciar la proximidad con su audiencia. Cuanto más cerca están del cliente, y cuanto más cerca los perciben, más impacto y credibilidad consiguen, más fidelización. Afirman Gabela y Marta-Lazos, que el bien más escaso en esta era de la saturación informativa y del exceso emocional es la atención, pero lo que distingue cualquier propuesta, lo que diferencia una marca, lo que decide por quién se apuesta, es la confianza.
Los influencers pueden conseguir lo que otros formatos publicitarios no obtienen. En parte porque a las empresas les cuesta atrapar la atención entre tanto ruido y saturación, en parte porque los usuarios se fían menos de la publicidad y de sus grandes marcas que de estos prescriptores que son fuentes fiables, creíbles, expertas, además de cercanas.
Los autores mencionan que la confianza y la cercanía de los influencers, para con su público y potenciales clientes de marcas, humanizan los productos comerciales. De manera que las marcas se encuentran deseosas por contar con esta humanización en forma constante y con menos condicionamientos. Lo que ha llevado a la configuración de una nueva actividad comercial: la construcción de falsos influencers que humanicen productos-marcas. Gabela y Marta-Lazos indican que este proceso se puede simplificar en cinco pasos. Primero: escoger un falso influencer, que a modo de cebo, desde su “atractiva naturalidad” dé bien a cámara y aparente autenticidad. Segundo: borrar los perfiles reales y crear uno nuevo. Tercero: generar contenidos de calidad para compartir. Con un fotógrafo y un estilista se realizan sesiones fotográficas para producir diferentes reportajes. Cuarto: planificar la compra de seguidores, likes y comentarios en las redes sociales, se elige el número y el tipo de seguidores que convienen. Quinto: se interacciona con las marcas para que se fijen en el falso y se mimetiza en la órbita real de los influencers. Así, tras este proceso rápido se genera la respuesta de las marcas que le ofrece servicios y productos, incluso le invitan a eventos.
Con base en esto, los autores observan que los influencers ejercen de cebos para crear corrientes de opinión que marquen tendencias y tracen la agenda setting. Lo que lleva a inferir que la ubicuidad y el consumo de esta interacción multipantallas amplificará y reforzará esta visión, esta representación mediática, constituyéndose en una estrategia cada vez más común en la generación de confianza, no solo en el ámbito comercial, sino también en otros, como el político.
Por Bruno Leonardo Ponferrada —- 10/10/21
Fuentes:
Gabela J. y Marta-Lazos C. (2018); Los influencers, oráculos del liderazgo, chamanes en las redes sociales, en La posverdad y las noticias falsas (Morales E. coordinadora); Ed. UNAM; Ciudad de México, pp. 86. Recuperado de:
www://libgen.is/book/index.php?md5=63F210DD73A57078A5D8CF2B2D554648
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